Matías y Roger junto a otros
compañeros del Campus aprovecharon el puente para ir al Santuario de Fátima en
el vecino país de Portugal. Son casi seis horas de viaje, pero la experiencia
de estar donde se apareció la Virgen María y darle gracias por todo y pedirle
favores valió la pena. Recordamos especialmente la imagen de la Virgen de
Fátima que tenía en la habitación de la Clínica durante su penosa enfermedad.
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